La salsa de soja se produce en diferentes regiones de Japón, y cada región tiene sus propias preferencias e historia de fabricación, que resultan en características únicas.
Un kikimizara es un pequeño plato degustación, que se utiliza para evaluar la calidad, color, sabor y aroma de la salsa de soja.
Los tres ingredientes principales de la salsa de soja son los granos de soja, el trigo y la sal.
Estos ingredientes se maduran lentamente y se maduran con el paso del tiempo hasta crear la salsa de soja.
El almidón, componente principal del trigo, se convierte en glucosa gracias a la acción de los cultivos de koji, mientras que las bacterias de ácido láctico y la levadura crean ácidos orgánicos y alcohol.
La sal no solo aporta a la salsa de soja su salinidad, sino que también son indispensables para permitir que microorganismos importantes como los cultivos de koji, las bacterias de ácido láctico y la levadura actúen lentamente.
Estos microorganismos actúan sobre los ingredientes, cambian y los afectan, y crean el color, el aroma y el sabor de la salsa de soja.
El color de la salsa de soja difiere según el tipo.
Se genera una sustancia denominada melanoidina a partir de las reacciones durante la etapa de maduración.
Esto aporta color a la salsa de soja.
Hay aproximadamente 300 componentes en su aroma que conocemos, y muchos más que quedan por descubrir.
La salsa de soja tiene la función de neutralizar el olor a crudo del pescado y la carne.
Al calentar la salsa de soja, podemos disfrutar de su aroma.
El marcado y rico sabor de la salsa de soja surge del equilibrio de los cinco sabores básicos.
Los orígenes de la salsa de soja se remontan hasta jiàng, una salsa que se utilizaba en la antigua China.
La salsa de soja en su forma más moderna surgió durante el periodo Kamakura (1192-1333), lo que significa que tiene una historia de aproximadamente 800 años.
este varía según el tipo de salsa de soja.
Tradicionalmente, la salsa de soja koikuchi (común) tiene un contenido en sal del 15 al 17 %.
El contenido en sal es ligeramente superior en el caso de la salsa de soja (color claro), mientras que es ligeramente inferior para la salsa de soja usushio (sal ligera).
La salsa de soja gen’en (sal reducida) contiene la mitad de sal que la salsa de soja común.
La salsa de soja se utiliza en una amplia variedad de alimentos y cocinas.
Entre estas se incluye, por supuesto, la cocina japonesa, que fue incorporada en la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO en el año 2013.
¡Con un poco de salsa de soja cualquier plato sabrá aún más delicioso!
Uno de los platos tradicionales de la cocina japonesa es el sushi.
Remojar las piezas de pescado del sushi en la salsa de soja realza su umami.
La salsa de soja también neutraliza el olor a crudo del pescado.
Cuando la salsa de soja se calienta, emana un delicioso aroma.
Este aroma acentúa el sabor del filete de carne.
La salsa de soja es indispensable en cualquier comida hervida a fuego lento (nimono), como el plato nikujaga (estofado a base de ternera y patatas).
Solo con añadir un poco al plato se realzará su umami y aroma.
先頭に戻る